El blog de Itxi

Me llamo Itxi y tengo esclerosis múltiple remitente recurrente. Participo en el blog con el objeto de poder tener un espacio en el que, personas con esta enfermedad así como allegad@s a nosotr@s, encontremos un lugar en el que podamos compartir nuestras experiencias, sentimientos y cambios en nuestra vida desde un punto de vista personal.
Quiero matizar porque he elegido la foto de un amanecer. Siempre he sido una persona muy positiva y la enfermedad me ha hecho ver las cosas de forma distinta en muchas ocasiones.Creo que es muy importante seguir manteniendo esa luz a pesar de costarme muchas veces y el amanecer me inspira ese positivismo que no quiero dejar escapar.

EL IMPACTO DEL DIAGNOSTICO EN MI ENTORNO MAS CERCANO Y EN MI MISMA

Email this to someoneShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn
14872779906111272830591-1

Cuando te diagnostican una enfermedad que de por si el nombre ya asusta, hay muchas personas que se vuelcan al principio, ofreciéndote su apoyo y tú lo recibes bien, claro está, pero este tipo de enfermedades no se curan y son progresivas y muchas veces los síntomas o secuelas derivados de los brotes no se hacen visibles al público y entonces parece que no te pasa nada. Y dejan y tú dejas de verte……

En mi caso después de reflexionar sobre el tema es lo que me paso a mí con algunas personas, que, por otro lado, normal, ya que cada uno tiene su vida con sus circunstancias, buenos y malos momentos. Con esto no quiero que se me malinterprete. No me refiero que todo el mundo cercano a ti o algunos de los más cercanos deban de estar siempre encima de ti, claro que no, pero de vez en cuando se agradece una llamada de cómo estas, sobre todo después de un brote y que si las secuelas persisten en el tiempo que se haga sentir un poco…. Por supuesto esto no ha pasado ni mucho menos con todo mi entorno, pero el que no estuvo sentí mucho su ausencia…….

Otra persona, ahora simplemente conocida por circunstancias de la vida, me volcó las siguientes palabras:

  • Ahora lo que tienes que hacer es no hacer esfuerzos, no salir de fiesta, no beber, no fumar, quedarte en casa lo más que puedas, como si fueras un ama de casa

¿Os podéis imaginar cómo me sentí en ese momento? Se me revolvió todo por dentro y mi enfado iba creciendo cada vez más, pero como una es civilizada la devolví lo siguiente:

  • Perdona, ahora lo que tengo que hacer es salir todo lo que pueda y más, saborear cada momento a tope sin importarme el mañana y vivir al máximo, así como disfrutar de todo lo que tenga a mi alrededor.

Se quedó pegada. Pero, ¿cómo se puede decir eso? Que pasa, ¿que si te diagnostican una enfermedad además tienes que dejar de vivir, de trabajar, de soñar? Pues no señor@s…  Cuando ocurren estas situaciones en las que no sabes cómo vas a vivir por no saber cómo va a evolucionar tu enfermedad algo cambia en tu interior y de esa lucha interior parece que sacas más fuerzas cambiando a su vez la forma en que ves las cosas e intentando disfrutar todo a tope, sacar el máximo partido de tus vivencias así como, la escala de valores que en mi caso tenía en aquellos momentos, fue modificándose poco a poco para poder saborear cada instante y aprovechar los momentos que se me presentaban ya que como sabemos, ese tren que pasa en ese instante concreto no va a volver más….

La verdad es que en esos momentos iniciales yo no tenía ni idea en qué consistía esta enfermedad, la única experiencia que conocía era que veía menos y personalmente a mí esto no me incapacitaba lo más mínimo.

 

Ahora viene lo gordo, como me impactó a mi……

Desde mi punto de vista en ese momento, desde mi persona, sin contar con mi entorno, cómo solo me afectaba a la visión que además remitió con el tiempo y no me incapacitaba para nada, pues para mí, era como si no tuviera la enfermedad, porque me sentía igual que antes. Total, no me afectaba en mi vida diaria. Además, es mucho más fácil pensar que no es nada, que no estas enferma y como además no estaba tomando ninguna medicación pues que más quiere la huida de la realidad que aferrarse a eso…. así que no asumí nada de nada, y seguí tan feliz, como si hubieran diagnosticado al vecino del quinto.

Ya sabéis que en mi caso fue de casualidad el diagnóstico y que nunca tuve ninguna molestia. Si bien es cierto que me harte a llorar al principio y que no podía ni nombrar el nombre de la enfermedad, (y durante muchos años también) pero luego mis sentimientos se fueron escondiendo en lo más profundo de mi ser para no tener que hacer frente a esta realidad que se me presentaba en ese momento. En el fondo fue un golpe tan fuerte para mí que no pude aceptarlo y por tanto tampoco asumirlo

Con el tiempo te das cuenta que no es lo más acertado para ti, pero una vez pasado…. cuando vienen otros envites…….

1 opinión en “EL IMPACTO DEL DIAGNOSTICO EN MI ENTORNO MAS CERCANO Y EN MI MISMA”

Responder a Keawe Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *