FAMILY MAN
Como este es mi espacio (y de mi hija-super-dibujante Iraia:) sobre superación y cine, empezaré este post comentando que hace poco el actor Antonio Banderas sufrió un serio infarto. Lo leí en el Hola, en la peluquería.
En la película que voy a comentar hoy –Family man (2000, Bret Ratner)- , el exageradamente egocéntrico Jack Campbell (Nicolas Cage), broker de Wall Street, se ve “obsequiado” con una visita a lo que habría sido su vida si hubiera seguido con su encantadora ex-novia, en vez de decidirse por la vía “zona-super-confort”.
De la noche a la mañana, su modus vivendi se transforma totalmente: de ser un millonario sin escrúpulos y sin ninguna compasión por sus explotados empleados, a ser un padre de familia con esposa, dos hijos –uno usando pañales aún- y un perrazo al que debe sacar a pasear, aunque llueva o haga frio. Algun@ dirá: “Ah, ya la he visto!”
Y uno se pregunta si es posible un cambio de este calibre en unos meses, o incluso en toda una vida. Algunos de los diagnosticados con una enfermedad crónica responderíamos que es muy difícil, pero que es una cuestión de voluntad y… supervivencia.
En esa entrevista con Banderas, aseguraba que va a dar un giro de 180 grados a su vida. Comenté estas declaraciones a un conocido que también ha padecido una embolia hace muy poco, y me decía: “claro, él se puede permitir cambiar de vida”.
¿Es “solo” cuestión de dinero? ¿Nos identificamos demasiado con nuestras costumbres? ¿Será la “tiranía del ego”la que nos impide cambiar? ¿En qué medida cuenta el entorno de uno? ¿Cómo dice la canción, “solo hay que querer”? ¿Tendrá algo que ver la plasticidad o flexibilidad innata de nuestro cerebro? ¿Quién puede decir que nunca ha cantado en un karaoke “…yo soy así, y así moriré, nunca cambiaréééé…?
Por hoy lo dejo aquí. ¿Conseguirá Antonio dar el giro deseado a su existencia? La respuesta en el próximo Hola.
Es más cuestión de voluntad que de dinero.
Para cambiar, primero te lo tienes que creer, sino “el cambio de vida” no durará más de una semana.
Es que los del “Gran Bilbao” soléis decir: “por dinero va a ser!”jajaja
Yo pienso como tú, pongo en mi balanza dinero y en la otra pesa salud, y la de dinero sale volando disparada, de lo que pesa la SALUD.
Pero por desgracia muchos médicos podrán constatar que tienen pacientes que aunque hayan “tocado el fango”, siguen igual…
Un fuerte abrazo!