VAIANA. MIEDITIS SUPERABLE.
Aunque solo fuera por su magnífica música y su increíble fuerza visual, Vaiana (Disney Studios) es una película MUY recomendable a todos los públicos. Está dirigida por John Musker (¿antecedentes vascos? Jajaja) Yo la he visto un montón de veces y me sigue fascinando.
Nos cuenta la historia de una niña de hace unos 2000 años en una isla del Pacífico que siente la llamada del océano, y, con la ayuda de su entrañable abuela, suelta las amarras de su vida para su autoafirmación personal.
Como dijo un sabio (o unos cuantos), o vivimos desde el MIEDO, o vivimos desde el AMOR.
¿Cuántas cosas hacemos cada día que REALMENTE no queremos hacer, por el miedo al “qué dirán”, o por nuestros prejuicios limitadores? ¿Cuántas dejamos de hacer por los mismos motivos?
Cuando tenemos que tomar una decisión, por pequeña que sea, es recomendable imaginar al “viejito sabio” que todos llevamos dentro, y consultársela. Casi siempre nos aconsejará desde el AMOR y rara vez desde el MIEDO.
En la película Vaiana tenemos diferentes secundarios: el padre de Vaiana: vitalista y fuerte de espíritu, pero con pánico a “cruzar el arrecife” (lo que para nosotros sería la ZONA DE CONFORT) heredado generación tras generación; la abuela de Vaiana, a quien todos toman por demente, y a ella le da igual (me siento identificado con ella); el semidios narcisista Maui que esconde un muy triste pasado, y el monstruo horrible Te Ka, que al final resulta ser la diosa Te Fiti.
Niños, adolescentes, adultos, ancianos… Me viene a la memoria una frase que oí hace tiempo: “No dejamos de jugar porque envejecemos, sino que envejecemos cuando dejamos de jugar”.
¿Y el título del texto, a qué viene? Os preguntaréis…
Es por la importancia de las palabras que usamos. Por ejemplo: no es lo mismo decir “anciano” que “vejestorio”. No es lo mismo decir “regordete” que “tio-manteca” o “cerdonio”, jajaja.
Compañeros escleróticos: con el poder que tiene las palabras, y… resulta que somos escleróticos! Y encima Múltiples, que da más miedo. Pues me niego. Rebautizo mi enfermedad: No tengo E. M., tengo M. S.: “Mieditis Superablis”, y punto pelota.
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Eskerrik asko, eta horrela segi. Segi idazten, eta besteok ikasten.
besarkada bat,
joni ubeda
Gracias por esas botellas con mensaje que de cuando en cuando lanzas al mar… En esta sociedad líquida se agradecen palabras amigas que inviten a vivir con pasión y esperanza… Y la ilustradora… pues ¡Genial!
Mila ta bortzehun esker, lagun!
Me fascina la energía que trámites! Totalmente de acuerdo Keane!
Muchísimas gracias!
Qué cosa más grande es leer vuestros mensajes!
A mi amigo Pedromari le tiene comido el tarro la expresión del cerdito del dibujo, JA JA JA. Es lo mejor del post sin duda.
Un fuerte abrazo a tod@s